miércoles, 9 de enero de 2013

EL ÚLTIMO TREN

Ya no presto atención al reflejo desamparado de mi imagen en el cristal, ni tan siquiera a las gotas que resbalan serpenteantes por él, y las que tanto me recuerdan que las mías ya no mojan. Ni siquiera presto atención al olor a tierra mojada que lentamente se cuela por la rejillas de ventilación, y que antes tanto me gustaba sentir. Tampoco cuento ya los árboles que tímidamente retan al ferrocarril en su carrera, ni me importan las formas de las nubes, en las que antes tantas veces nos imaginábamos saltando, como de pequeñas lo hacíamos en el viejo colchón cubierto de polvo que papá guardaba en el desván, pero eso era antes...Ya mi mirada no busca nada, no me importa todo lo que pueda pasar ahí fuera, pues ya no puedo contárselo...

Éste es mi último viaje a ninguna parte, ya más nunca volveré a coger este tren, pues sé que ella nunca más va a estar ahí para esperarme.

L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario