Soy de las que cree que toda persona entra en nuestra vida por algún motivo o capricho del destino, nadie llega simplemente por azar. Las hay que vienen para aprender, y otras para enseñarnos alguna lección. Pero no todas las que entran acaban quedándose, sí es cierto que algunas nos acompañarán toda la vida, pero tal vez otras estaban destinadas a permanecer sólo por una estación, o por el tiempo necesario hasta que podamos seguir el camino sin ellas una vez estemos forjados por dentro. Y también están las que, sin estarlo, siempre están presentes y dejan ese vacío que nadie otro podrá llenar. Pero sea por el motivo que sea, la vida SIEMPRE, SIEMPRE, debe proseguir en su rumbo, y no está permitido dejar de caminar, a veces no es fácil vivir de recuerdos, pero la vida debe continuar, y es imprescindible aceptar lo que son... RECUERDOS.
A veces somos nosotros mismos los únicos culpables de nuestras decepciones. Lo bueno, por desgracia, siempre acaba pronto; y es a partir de ese momento cuando, una palabra no dicha a tiempo, un sentimiento ignorado, dar más de lo que recibías, buscar lo que nunca aceptaste que jamás lograrías encontrar o intentar forzar algo inexistente, no va a provocar otra cosa que desilusión, decepción y frustración. Entonces te paras un momento y piensas, ¿y ahora qué?
Y es en ese preciso momento cuando sospechas que, tal vez, la solución se halla escondida en pensar que el destino no lo conformaremos con otra cosa que todos y cada uno de esos errores que hemos cometido porque, ¿qué sería nuestra vida sin el sentido que estos aportan? Si nunca nos desviáramos de un rumbo prefijado quizá nunca conoceríamos todo lo que se puede aprender de las personas de nuestro alrededor; de las que entran y las que se van, de nuestros encuentros y desencuentros, del amor y el desengaño, del bienestar y la adversidad,...después de todo, todas esas personas acaban siendo parte de nosotros, de lo que somos, aun cuando nos separe de ellas un abismo insalvable; pero es un consuelo saber que todas aquellas a las que se quiere, por muy lejos que estén o se empeñen en estar, para nosotros residirán eternamente en un recoveco de nuestro corazón; pero si no te basta con esto y necesitas que permanezcan en tu vida, cuídalas para que no se vayan nunca, pues por muchas personas merece la pena DEJARSE LA PIEL...
L.
Vaya, leer esto a estas horas... y darte cuenta que debe estar escrito desde un profundo sentimiento. No podria estar mas de acuerdo con lo que he leido.
ResponderEliminarY más que desde un profundo sentimiento, desde el corazón... Son esas palabras que tienes ahogadas en lo más adentro de ti y que sólo te ves capaz de liberarlas a través de la palabra. Espero que hayas disfrutado tanto como yo escribiéndolas. Gracias por seguirme.
ResponderEliminarL.
Estoy de acuerdo con el comentario anterior, en esta entrada se refleja un gran sentimiento, es genial poder leer algo tan profundo.
ResponderEliminar